El gobierno de los Estados Unidos cumple su amenaza y de nuevo arremete contra Venezuela al sancionar al presidente de la República, Nicolás Maduro, acusándolo paradójicamente de “socavar la democracia” por la celebración de las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), realizadas este domingo 30 de julio, en las que votaron más de ocho millones de venezolanos.
Estas sanciones, autorizadas en base a la Orden Ejecutiva 13692 firmada en el 2015 por el entonces presidente de EEUU, Barack Obama, forman parte de las represalías políticas del gobierno norteamericano que busca coartar la libre autodeterminación del pueblo venezolano a ser protagonistas de su soberanía.
Desde la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (OFAC), aseveran que la Asamblea Nacional Constituyente representa “una ruptura en el orden constitucional y democrático de Venezuela” y son un intento de “usurpar el papel constitucional de la Asamblea Nacional”.
Estas afirmaciones demuestran que desde la administración Trump han decidido ignorar el desacato en que se encuentran los representantes del Poder Legislativo, así como también desconocen que desde la AN se ha promovido continua y abiertamente un golpe de Estado, siendo sus últimas acciones el intento de crear un Estado paralelo con el nombramiento ilegal de nuevos magistrados para el Tribunal Supremo de Justicia.
Las sanciones, al igual que las anteriores en contra de dirigentes del Gobierno Bolivariano, congelan los supuestos activos que el presidente Maduro posee en suelo estadounidense, y prohíbe a los ciudadanos de EEUU entablar relaciones con él.
“Cualquiera que participe en esta ANC ilegítima podría estar expuesto a futuras sanciones estadounidenses por su papel en socavar los procesos e instituciones democráticas en Venezuela”, amenazó el Secretario del Tesoro, Steven T. Munchin.
Ciudad CCS
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