HORA DE CAMBIOS

Difícil

Por: Alirio Acosta 

En cualquier parte del mundo es difícil, extremadamente penoso y agotador el camino que hay que transitar cuando se intenta sustituir o cambiar el modelo capitalista por uno que sea más justo, humano y racional. En nuestro caso y gracias al papel protagónico desarrollado por el comandante Chávez desde el año 1998 la mayoría de los sectores de izquierda de nuestro país comenzamos a creer que había llegado el momento y que en pocos años lograríamos hacer realidad el sueño que por tantas décadas nos viene desvelando y que no es otro que la construcción de una sociedad socialista, un gobierno venezolano regido por el pueblo trabajador y no por la burguesía, una república popular y realmente democrática. Pero, no fue así. El tiempo y los acontecimientos transcurridos desde ese año, mil novecientos noventa y ocho, es decir 16 años, nos demuestran sin lugar a dudas que esta esa creencia no sido más que una ilusión. Y cuando esto decimos, o afirmamos no es para tratar en modo alguno negar el hecho real, objetivo del avance social obtenido por numerosos sectores populares de nuestra nación, tampoco se trata de negar el conjunto de leyes que disponemos o de los bienes materiales y atención alcanzados, por quienes hasta la llegada de Chávez, siempre habían estado excluidos e invisibilizados. No, de lo que se trata, lo que queremos y debemos señalar que esto no es todo, que no basta. Lo hasta ahora obtenido es solo una pequeña parte de lo que necesitamos, de lo que está por
hacerse, de lo que hay que construir; colectivamente, entre todos y sin métodos capitalistas.

Y es que hay que decirlo, ahora, en este momento en que observamos que hay un sector que toma las decisiones políticas y económicas más trascendentes del gobierno, en función, o a favor de sus intereses particulares, privados. Y están ocupados en devolvernos a los tiempos en los cuales el flujo de los recursos petroleros solo beneficiaba a una minoría: la burguesía. Hoy a más de un año del asesinato del Cdte. Chávez, y en medio de una situación marcada por un desconcierto político creciente. La crisis económica, mezcla perversa de corrupción administrativa y especulación sigue alimentando el fenómeno de la inflación y la devaluación. Se incrementa alarmantemente la persecución a sectores de trabajadores, campesinos e indígenas, que reclaman sus derechos. La exclusión por disenso ya es norma aceptada, el menosprecio a la teoría revolucionaria, la discriminación a grupos de intelectuales de izquierda, y un sin número de prácticas antidemocráticas evidencia que un sector del gobierno está decidido a ponerle fin al plan de Chávez por construir un modelo diferente al capitalista. Por otra parte el intento permanente de la derecha por derrocar el gobierno es alimentado ahora, no solamente por sus amos imperialistas, sino también por las concesiones que el mismo gobierno les ha otorgado. Las mesas de discusión con la oposición se suspendieron, pero los acuerdos logrados se cumplen y honran al pié de la letra, con una eficiencia que nos sorprende.

Estemos consiente de este hecho y de lo vulnerable que somos, la tarea es la de siempre, la misma de antes de la llegada de Chávez, luchar junto al pueblo, ayudar a impulsar las luchas, la formación política y la organización. Sólo estaremos vencidos el día que dejemos de pelear. Por
eso, por ahora, de corazón, de la manera más sincera nuestro sentimiento de solidaridad y cariño inmenso con los perseguidos, ofendidos, y asesinados compatriotas del pueblo Wayúu, con los familiares de Sabino, y con los compatriotas palestinos, con sus niños, por su futuro. También para el injustamente encarcelado Carlos Paredes, los trabajadores de SIDOR, de la industria automotriz y de las plantas de cemento, va nuestra palabra de aliento. El fascismo, el nazismo, el sionismo, 
o cualquier otra forma que adopte el capitalismo, debe ser totalmente erradicada. Luchar hasta vencer!!!