viernes, 16 de diciembre de 2016

Daisy Gutiérrez estrenó su video Primogeniteando por los 500 años de Cumaná

“No podemos continuar reforzando el concepto de que solo lo llanero nos identifica como pueblo”

La cantora sostiene que “en Venezuela tenemos tantas formas de expresarnos musicalmente como diversidades geográficas y culturales encontramos en todo su territorio”

 


“Me uno al sentimiento de desconcierto y marginamiento de mis compañeros cultores cumaneses quienes, en los actos de celebración de los 500 años de Cumaná como primera ciudad fundada en tierra firme (ocasión para exaltar el heroísmo y valor de nuestros aborígenes que se resistieron a la dominación), no tuvieron la participación especial que debieron darles en las tarimas de los principales eventos programados”, señaló sin tapujos Daisy Gutiérrez, una de nuestras cantautoras cultivadoras del folclore venezolano.
-¿Recibe apoyo nuestra música venezolana?
-Lamentablemente no contamos con políticas culturales y fundamentalmente comunicacionales que visualicen y pongan en práctica acciones coordinadas a nivel de todas las instituciones del Estado, en función de apoyar de verdad a nuestros cultores para que puedan vivir de su trabajo creativo, para que su labor sea visibilizada y su mensaje sea divulgado contribuyendo de esa forma con la reafirmación del sentido de pertenencia fundamental para hacer prevaler el amor por nuestro país. Pareciera que existe mayor interés en privilegiar la música foránea. Siento que el Estado y sus instituciones culturales están en deuda con el pueblo venezolano, y su música tradicional.

ENCUENTROS

-¿Qué plantea para ese necesario apoyo?
-Le pido al presidente Nicolás Maduro que decrete la realización de muchos Encuentros de Música Popular Tradicional Venezolana, para que todos los venezolanos y el mundo entero sepan que tenemos quizá la más grande diversidad musical que existe y así sentirnos más orgullosos de lo que somos. Que se escuche y visibilice a los cultores de la música oriental, central, occidental y del sur de Venezuela. No podemos continuar reforzando el concepto de que solo lo llanero nos identifica como pueblo, con todo el respeto y afecto por nuestros hombres y mujeres del llano venezolano. Ese proceder margina otros géneros musicales y nos hace parecer homogeneizados en una sola forma de expresión cultural, lo cual difiere mucho de nuestra realidad, porque en Venezuela tenemos tantas formas de expresarnos musicalmente como diversidades geográficas y culturales encontramos en todo su territorio.
-¿Por qué incursionó en el canto popular venezolano y latinoamericano?
-En mi caso particular hubo muchos factores motivadores e inspiradores que fueron conduciéndome por el camino de la música popular tradicional venezolana y latinoamericana: nací en Cumaná, estado Sucre, ese terruño maravilloso de nuestro oriente venezolano y recuerdo que, durante mi infancia, en mi casa mi madre al despertar encendía un radio y sonaba mucho, sobre todo a primeras horas de la mañana, la música de Sucre y nueva Esparta: polos, gaitas, malagueñas, joropos, etc. Me encantaba escuchar a los galeronistas lanzarse “ofensas”, para luego divertirse con las respuestas de sus contrincantes. También sonaba, por supuesto, todo lo que estaba de moda, especialmente música bailable y boleros. Así, fui aprendiéndome todo lo que sonaba en la radio; sin embargo, cuando comencé a participar en grupos corales y mi círculo de amigos eran coralistas, comencé a afianzar mi gusto por nuestra música tradicional, porque en ese tipo de agrupaciones musicales se cantaban temas clásicos y populares venezolanos. Luego, en la universidad, la investigación sociológica y antropológica, me permitió descubrir la importancia de la creación popular y empecé a valorarla y amarla, amando al pueblo creador.
- ¿Es necesario contar con más intérpretes de nuestro folclore?
- Creo que es importantísimo que haya muchísimos cantores y cantoras de la tradición musical venezolana y americana, porque ello es evidencia del amor por el terruño, por el lugar al que se pertenece, y ese sentido de pertenencia, anima a los hombres y mujeres a defender su “ser” cultural, su patria, para fortalecer el espíritu colectivo que coadyuva a la conformación de una conciencia que nos permite valorarnos en lo que somos, en lo que valemos, y colocarlo preponderantemente por encima de intereses que se valen de expresiones culturalmente colonizadoras para mantenernos dominados.

CERO MODA

- Así que no es moda hacerlo….
-Eso de cantar lo nuestro, lo propio, no se da por moda, sino por amor a lo que somos, por valorarnos como pueblo, para desarrollarnos alimentados en la esperanza de construir una patria soberana, de justicia e igualdad, reafirmados en nuestra propia identidad cultural. De ahí que estrené el video Primogeniteando en homenaje a los 500 años de Cumaná.
-¿Que intérpretes han influido en su estilo?
-Crecí escuchando a María Rodríguez (la Voz de Cumaná), a Luis Mariano Rivera, Benito Quiroz, Jesús Ávila, el Carrao de Palmarito- Luego, ya siendo estudiante de bachillerato, apareció Alí Primera, quien movió en mí la fibra de la sensibilidad social. Con sus canciones y sus cantos, hizo que los venezolanos viéramos y sintiéramos las condiciones de pobreza y marginalidad en las que vivían nuestros compatriotas, así como las situaciones de injusticia que afectaban a la humanidad toda, y a eso le cantaba, pero también a la ecología y al amor. Alí sigue inspirándonos a cantarle a la vida. También influyeron Lilia Vera, Jesús Sevillano, Un Solo Pueblo, Cecilia Todd, Hernán Marín, Víctor Jara, Mercedes Sosa, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Sara González, todos y todas cuyos cantos y verbos constituyeron un gran sentido orientador, en el camino del canto y la canción asumida de manera militante, con profundo compromiso con el pueblo sufrido; con el pueblo que ríe, llora, canta y mantiene en alto la esperanza de construir siempre un mañana mejor.
T/ Eduardo Chapellín

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