ARGIMIRO GABALDÓN Y SUS 100 AÑOS.
Todas las revoluciones han tenido sus líderes muy connotados, Pancho Villa y Emiliano Zapata en la Revolución Mexicana, Lenín y Stalín en la Bolchevique, Mao Tse Tung en la China, Fidel y El Che en Cuba y Hugo Chávez en la Revolución Bolivariana de Venezuela.
Pero, Argimiro Gabaldón que no logró terminar con éxito su revolución, se consagró en estas tierras, como un autentico líder que generaba pasión y mucho amor en las masas campesinas que rodeaban las montañas donde él se instaló para dar inicio a su proyecto político revolucionario. Es indescriptible las muestras de admiración y solidaridad que se producía en todos los estratos de la población, campesinos, hacendados, comerciantes, intelectuales y profesionales de la zona de Lara y Portuguesa, donde tenía su accionar la guerrilla, pero esto tambien sucedía a nivel nacional sobre todo, en la juventud estudiantil que estaba presta a seguir sus pasos y lo demostró porque muchos quienes lo acompañaron provenían de esas fuentes hermosas de los liceos y universidades.
La solidaridad y apoyo a su liderazgo es tan cierto que, para la época las organizaciones políticas predominantes en la región la constituían AD, COPEI Y URD, sin embargo, la mayoría de sus militantes en abierto desafío a sus directrices, apoyaron a Argimiro con pasión revolucionaria y con la logística que fue factor fundamental para la sobrevivencia de la guerrilla. Es tan arraigado el hábito de la solidaridad en la masa campesina de estos pueblos que, la mayoría de ellos sin conocer nada de lo que era revolución o luchas sociales, desafiaban los cercos militares para que a los guerrilleros les llegaran las sardinas, botas y medicinas entre otras cosas. Muchos de ellos por estas acciones nobles de solidaridad, fueron capturados, horriblemente torturados y fusilados, sus casas allanadas y destruidas. Ellos en que, para el momento que apareció Argimiro en sus predios con unos muchachos generosos, llenos de sueños y utopías, se encontraban sembrando sus conucos y cuidando sus cafetales, de pronto se vieron inmersos en una violencia inaudita e incomprensible que segaba sus vidas en forma horrible, por el delito o pecado de haber sido solidarios y generosos con un grupo de muchachos, audaces y valientes que habían desafiado los fríos y peligros de la montaña. El liderazgo de Argimiro se incrustó, tan profundamente en sus corazones, que ellos a sabiendas que exponían sus vidas, continuaron desafiando el cerco militar para que a Argimiro y sus muchachos les llegara de alguna manera, esa ayuda llena de humanidad que tanto necesitaban.
La lucha de Argimiro y sus muchachos, fue titánica, luchar contra el cerco criminal que los obligaba a permanecer prácticamente a la intemperie en estas frías e inhóspitas montañas, sin poder llevar el mensaje solidario y revolucionario de redención social a la masa campesina que era exterminada a sangre y fuego, sin que ellos pudieran evitar esta masacre, tuvo que haber sido un golpe muy duro, para este noble corazón con alma de poeta.
La otra lucha quizás no tan titánica, pero si profundamente dolorosa, fue en contra de la traición perversa del partido donde prácticamente el nació, creció y se formó y que sus queridos compañeros como Teodoro Petkoff y Pompeyo Márquez, aupaban y bloqueaban la ayuda que provenía de los países socialistas para el movimiento guerrillero. Esta vil traición tuvo que lacerar profundamente su alma y corazón.
La otra lucha quizás no tan titánica, pero si profundamente dolorosa, fue en contra de la traición perversa del partido donde prácticamente el nació, creció y se formó y que sus queridos compañeros como Teodoro Petkoff y Pompeyo Márquez, aupaban y bloqueaban la ayuda que provenía de los países socialistas para el movimiento guerrillero. Esta vil traición tuvo que lacerar profundamente su alma y corazón.
El liderazgo de Argimiro, sobre la masa campesina era fundamental, por eso al caer éste, la base de apoyo se desmorona y ellos sumidos en el dolor y la tristeza por la pérdida de su líder van cayendo poco a poco.
Fueron muchos los campesinos, lanzados aún vivos después de la tortura, desde los helicópteros, sus restos quizás no aparezcan, pero sus memorias jamás serán olvidadas, ellos al igual que Jesucristo, Bolívar y el Che, siempre tuvieron la razón y por eso la historia siempre los recordará como hombres generosos, llenos de amor y desprendidos en las luchas.
¡¡¡Ellos jamás serán olvidados!!!
Fueron muchos los campesinos, lanzados aún vivos después de la tortura, desde los helicópteros, sus restos quizás no aparezcan, pero sus memorias jamás serán olvidadas, ellos al igual que Jesucristo, Bolívar y el Che, siempre tuvieron la razón y por eso la historia siempre los recordará como hombres generosos, llenos de amor y desprendidos en las luchas.
¡¡¡Ellos jamás serán olvidados!!!
Rafael Vásquez
C.I. 3.211.381
C.I. 3.211.381
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