Estados Unidos es el único país del planeta que otorga condena perpetua a adolescentes.
Y aunque las leyes internacionales sobre derechos humanos reprueben este tipo de prácticas judiciales, el imperialismo norteamericano las sigue ejecutando rutinariamente. 2570 jóvenes cumplen cadena perpetua, 79 de ellos niños con menos de 14 años. Un tercio de esta población carcelaria son chamos negros e inmigrantes. Es el mismo país que declara a Venezuela como “violadora de derechos humanos”. Cinismo y descaro imperial.
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