HORA DE CAMBIOS

La Muerte Tiene Piel Blanca 

Luis Belisario. (Reflexiones de Madrugadas)

Bisaba afloró del agua con un granito de oro, grito llamando a los demás, las aguas del río Congo mostraban su tranquila transparencia, había un alborozo, siempre después de la faena de pastoreo y recolección de ananás y barunas todos iban al río a bañarse y compartir, en medio del armonioso momento de pronto se oye un disparo y surgen de la vegetación hombres armado blandiendo lanzas, machetes y arcabuces, los muchachos y muchachas sienten erizar su piel de ébano y el terror les cunde, habían llegado los zulotos cazadores de gente, eran de piel de ébano también, se llevaron 37 jóvenes que encadenaron a los cuellos con largas tiraderas, dejando al marcharse con su cacería la ribera del río bañada en sangre de los cuerpos destrozados de los que no pudieron escapar. Entre el agua y la orilla quedó el pequeño Kali, tenía 3 años destrozado por un machetazo, tenía la hermosura de la flor del ajikala, decía su madre. Pasan por la aldea y el horror era mayor, toda incendiada y los cuerpos de los abuelos, papas y mamas mutilados, mientras el látigo apuraba la forzada marcha, el espectáculo se repetía, aldea tras aldea que atravesaban y crecía el número de raptados, todos niños y niñas y jóvenes. El infernal peregrinar duro 10 días hasta que llegaron a la playa, la mar estaba inquieta como presintiendo la muerte. Bisaba, cansado, débil al igual que el resto, murmuraba llorando aún, con su hermanito Mobutu, estaban desconcertados. Era un improvisado campamento de playa, habían logrado capturar los zolutos a 383 piezas, el negocio era grande, y ya estaban ahí los portugueses de piel blanca como los muertos para hacer el canje. Pedro Texeira, embarbado, de ojos de demonio como lo percibía Mobutu, inicia el canje con Sassou que parecía watusi por lo alto. De inmediato cajas de ron, pólvora, arcabuces, machetes y otros objetos fueron cambiados por la cacería, reía Pedro Texeira, "jajaja, negros vendiendo negros", reía mientras le ofrecía un trago de ron a Sassou. Al día siguiente zarpan los 3 galeones modernamente hechos para transportar esclavos, atrás las costa del Congo, se llevaban secuestrados a los hijos del África de los ríos de oro y diamantes, esto lo ignoraba Pedro Texeira, pero 200 años después un Texeira regresaría acompañado por la muerte en busca de estos codiciados minerales. Era el año 1752, y tras penoso cruce del atlántico, mes y unos días llegan a las costas de Cuba, habían muerto 23 y lanzado sus cuerpos al mar, la mayoría de las muchachas violadas por los bárbaros y mugrientos ibéricos, del viaje al infierno. Un mes de engorde para su recuperación y un día, una inolvidable mañana los van sacando unos a uno, y los van llevando a un patio de una hoguera ardiente, ahí los inmovilizaban totalmente y sintió Mobutu el hierro de rojo encendido que se pegaba en su piel, el grito fue pavoroso, olía su piel quemada mientras se contorneaba del interminable ardor. La Carimba lo había marcado para toda la vida, ahora el alegre Mobuto era una mercancía, era una pieza de ébano, era el Malembe. Pasaron 3 meses y un lote de secuestrados ya recuperados arriban a la Guaira y son conducidos encadenados a una enorme casa blanca rrecostada en una montaña que parecía frenar al mismísimo Poseídon. Labrado en lustrosa madera se leía, "Compañía Guipuzcoana". Habían muchos hombres y mujeres de piel blanca como los muertos ataviados con exóticos trajes que crearon curiosidad entre los secuestrados, quienes fueron alineados y semi desnudos fueron exhibidos en venta, de inmediato pasaron los posibles compradores, le habrían la boca a las piezas de ébano para verles la dentadura, tocaban su musculatura, sus senos, era un lote de 78 mulecones que se estaban negociando, el rematador gritaba quien da mas, quien da maas !! Bisaba es tomado por un brazo y separado del grupo es señalado por el rematador quien dice en alta voz: "vendido a su excelencia don Manuel Chirinos junto a estas 2 piezas hembras", eran Kalibe y Onolu, quien sabe porque extraña coincidencia, Onolu era la hermana de Mobutu. Grita una voz entre los compradores, siempre se quiere llevar lo mejor para Coro .. Solo Unidos Seremos Invencibles !! Luis Belisario. (Reflexiones de Madrugadas).