HORA DE CAMBIOS

A la conciencia del mundo

Por Pasqualina Curcio

En 1999 decidimos, como pueblo y democráticamente, ser independientes y soberanos, transitar hacia un modelo de justicia social y de igualdad, y disponer libremente de nuestras cuantiosas riquezas. Coincidimos en que dicho tránsito se hiciese pacífica y democráticamente. Ésta, nuestra decisión, se convirtió en una amenaza para los gobiernos de EEUU, fieles representantes y voceros de los grandes capitales. Desde ese momento nos declararon la guerra. Recrudeció a partir del 2013 luego de la desaparición física de Hugo Chávez.

No es una guerra convencional, no lanzan misiles, ni bombardean zonas militares. Es una guerra aún más aciaga, que causa sufrimiento y daño a toda la población, a niños, niñas, mujeres, ancianos, hombres, a civiles y también militares. Es una guerra que deja profundas heridas.

Emplean armas no convencionales pero devastadoras: esconden los alimentos y medicamentos; bloquean e indebidamente se apropian del dinero y activos de la República depositado en los bancos internacionales; impiden realizar transacciones comerciales y financieras para la compra de comida, medicinas, repuestos y materia prima para la producción; atacan nuestra moneda; inducen la hiperinflación; sabotean el sistema eléctrico; promueven la violencia en las calles buscando el enfrentamiento entre venezolanos.

A US$ 117.110 millones ascienden las pérdidas económicas como consecuencia del ataque criminal e indolente de EEUU contra el pueblo venezolano. Lo que para nosotros representa la importación de alimentos y medicamentos por 26 años para toda la población.

Desde la Red de intelectuales, artistas y movimientos sociales en defensa de la humanidad nos hemos empeñado en que se conozca la verdad de Venezuela. Somos un pueblo trabajador y solidario que decidido a transitar hacia el socialismo logró reducir la pobreza extrema 72% en menos de 10 años (de 25% en 2003 a 7% en 2011) y 20% la desigualdad durante el mismo período. Lo hemos logrado en democracia.

Hacemos un llamado a la conciencia del mundo por Venezuela, para que cese el asedio y las agresiones contra nuestro pueblo, para que nos sumemos todos y alcemos nuestras voces exigiendo justicia ante estos crímenes de lesa humanidad.