domingo, 4 de septiembre de 2011


Sentir bolivariano
La política culta
Por: Adán Chávez Frías


Atendiendo a algunas observaciones validas que me han hecho referente a los últimos dos artículos: Ética y política en revolución; y dispuesto, por supuesto, a seguir debatiendo desde éste y otros espacios, considero importante profundizar en el término “política culta”, que venimos asumiendo; entendiendo que ésta pudiera interpretarse, por algunos, como política aplicada por élites o por reducidos grupos de “políticos intelectuales”.
Por ello, me permito recordar el concepto de Política con el que nos hemos manejado desde un principio, por lo menos para debatir mi humilde perspectiva, de lo que significa  o lo que encierra la aplicación de la Ética y política….en Revolución”. 
La política, vista desde su concepto más amplio, decíamos en esa oportunidad,  es “la ciencia  que trata del fundamento y desarrollo de la organización y la conducción de sociedades humanas, particularmente de la organización del estado”. 
Otros conceptos ubican la política como una actividad humana: “…que tiene como objetivo gobernar o dirigir la acción del Estado en beneficio de la sociedad. Otros la definen como un proceso, “…orientado ideológicamente hacia la toma de decisiones para la consecución de los objetivos de un grupo”;  y otros,  un poco más abarcadores, se refieren a la política como “relaciones de poder y como praxis (cultural) sobre la cual se estructura la sociedad”
Todos estos conceptos de Política pueden considerarse válidos y pertinentes, dependiendo incluso, de la posición ideológica que se asuma. Ahora, cuando se hace referencia, específicamente a la Política Culta,  como la denominan autores y actores revolucionarios, nunca jamás debemos interpretarlo como una política aplicada por unos pocos, todo lo contrario, es esa ciencia, que encierra, pienso, actividades, procesos y relaciones de poder, que debe ser ejercida por todos y todas, a través del avance en la formación del hombre  nuevo y la mujer nueva que necesitamos para construir la Patria Socialista.  
También podemos decir, que es el modo de un pueblo culto y consciente de su propio destino, de hacer política; considerando la máxima martiana de “ser cultos para ser libres”. Pero también que: “… la política es el arte de inventar un recurso a cada nuevo recurso de los contrarios, de convertir los reveses en fortuna; de adecuarse al momento presente, sin que la adecuación cueste el sacrificio, o la merma del ideal que se persigue; de cejar para tomar empuje; de caer sobre el enemigo, antes de que tenga sus ejércitos en fila, y su batalla preparada”.  
Por lo tanto, al considerar que debemos aplicar una política culta, me refiero a la capacidad de ejecutar una política que asegure la articulación del verdadero lenguaje revolucionario, con la ética socialista y la conformación de un estado de justicia social, en igualdad de oportunidades y condiciones… “a cada cual según sus necesidades y de cada quien según sus posibilidades”. Sin renunciar a los principios revolucionarios, nos adecuamos a las circunstancias del momento histórico, sin sectarismos, realizando las alianzas necesarias, para asegurarnos que estamos ejerciendo política para la transformación, para la organización del poder popular, para la educación de las masas. Colocamos para siempre en la mente y el corazón, el hermoso postulado de “Unir para vencer”, para derrotar definitivamente el viejo y reaccionario “divide y vencerás”; nos nutrimos, en la teoría y en la practica, de la riqueza moral y espiritual de nuestros ancestros, para seguir construyendo el poder popular, los partidos revolucionarios y el estado socialista de la Patria Nueva, entre todos y todas.  
Ello nos remite a la necesidad de profundizar en la educación integral de nuestro pueblo, como una de las vías primordiales para estimular en nuestra sociedad, la potenciación de los valores maravillosos del  humanismo, del socialismo. Asumir el estudio, el análisis  y la práctica revolucionaria, como la vía fundamental hacia la adquisición de los conocimientos necesarios, para transformarnos definitivamente, en seres humanos con un modo culto de hacer política.  
Durante la dominación de la oligarquía, en la IV república, sometieron a todo el pueblo a la ignorancia generalizada; por ello, uno de los más importantes deberes de nosotros revolucionarios y revolucionarías,  es seguir formándonos ideológica, cultural y profesionalmente e ir venciendo, progresivamente, esa ignorancia que, sin duda, es una de las expresiones que caracteriza a la burguesía criolla. Así pues, la ignorancia debe considerarse, como ha sido siempre, uno de los símbolos que identifica a la contrarrevolución; con el que intentan arrastrar a los pueblos al egoísmo y a la maldad. 
También lo ha dicho Fidel Castro: "El futuro de nuestra patria tiene necesariamente que ser un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento… para lo que... tendrá que estudiar no solamente el que no sabe leer y escribir. El que sabe leer y escribir tiene que estudiar, porque hay que estar toda la vida estudiando...". 
Entonces, se trata pues de seguir estimulando nuestras potencialidades positivas que, como seres humanos poseemos, y aplicarlas en todo momento. Es indudable que la solidaridad, la honestidad, la bondad, la sinceridad, la modestia, el ejemplo, el compromiso, la valentía, la fortaleza, la organización, la disciplina, la critica constructiva y el amor son sentimientos y valores que nos harán cada vez más libres y además, felices.  
Apliquemos esa política culta, la cual encierra todos esos valores éticos y morales; y que no busca otra cosa, sino hacer más y mejor revolución, desde todos los pilares fundamentales: La educación, el deporte, la salud, pero sobre todo, desde la cultura…Revolución cultural para verdaderamente transformar nuestra patria…para consolidar el Socialismo Bolivariano.
sentirbolivarianobarinas@gmail.com
Independencia y Patria Socialista
Viviremos y venceremos!!! 
05 de Septiembre de 2011

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