Países del ALBA afirman posiciones en COP21
Bolivia, como muchos países en desarrollo, sufre los impactos del cambio climático.
Nicaragua, Bolivia y Venezuela, países miembros de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), reafirmaron hoy sus posiciones a favor de un nuevo acuerdo climático universal vinculante, justo y equitativo.
Uno de los principios básicos que defienden estas naciones latinoamericanas es el de las responsabilidades comunes pero diferenciadas de los estados respecto al calentamiento global.
El venezolano, Guillermo Barreto, ministro de Ecosocialismo y Aguas, a cargo de la delegación de su país en la conferencia del clima COP21, dijo a Prensa Latina que ese acuerdo debe contemplar explícitamente la diferenciación entre los países responsables del cambio climático y los que están sufriendo sus efectos.
Venezuela también apoya el tema de asegurar medios de implementación para que los países en desarrollo puedan adaptarse y mitigar, que implica tener tecnología, que a veces no la tienen los países en desarrollo.
Entoces hay que crear mecanismos justos para que la tecnología llegue a todos, pues “si vamos a salvar la Tierra y la humanidad, no se puede tratar de una simple rueda de negocios”.
Tenemos que plantearnos la transparencia en que deben darse los financiamientos y transferirse la tecnología, agregó por otra parte.
Lo que se discute aquí en el fondo -dijo- es un modelo de sociedad. Son dos visiones del mundo diferentes, una basada en el capital y la mercantillización de la naturaleza y otra que busca la felicidad y la sobrevivencia de todos.
Diego Pacheco, jefe alterno de la delegación boliviana en la COP21, indicó a Prensa Latina que su país participa en la convención del clima con la visión de limitar el incremento de la temperatura y concertar soluciones estructurales con otros países para evitar el colapso de la humanidad.
Bolivia, como muchos países en desarrollo, sufre los impactos del cambio climático ya con un grado de incremento de la temperatura promedio, inundaciones y sequías, que afectan, sobre todo, a la gente más pobre. Además del derretimiento de los glaciares, de los cuales depende el agua potable de muchas regiones del país.
Las propuestas bolivianas son proteger la integridad de la Madre Tierra, fortalecer mecanismos de cooperación solidarios entre los pueblos, y en ese marco evitar la subida de la temperatura a no más de 1,5 grados Celsius.
Pacheco destacó igualmente la propuesta del presidente Evo Morales de establecer un tribunal de justicia climática.
A su vez, el ministro de la Secretaría Privada de Políticas Nacionales de Nicaragua, Paul Oquist, jefe de delegación a la cumbre del clima, reafirmó que Nicaragua rechaza las afectaciones al desarrollo de los estados que más lo necesitan.
Esa nación centroamericana, apuntó el titular, aboga igualmente en la COP21 por el principio que estableció la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, referido a las responsabilidades compartidas pero diferenciadas de los países ante el calentamiento global.
En la COP21 de París representantes de 195 países buscan concertar un acuerdo que limite el alza de la temperatura global a menos de dos grados Celsius respecto a la era preindustrial.
Más allá de ese tope, el sobrecalentamiento de la Tierra sería incontrolable, de acuerdo con numerosas advertencias científicas y los más de 120 tipos de impactos registrados hasta ahora en todos los territorios y océanos.
Uno de los principios básicos que defienden estas naciones latinoamericanas es el de las responsabilidades comunes pero diferenciadas de los estados respecto al calentamiento global.
El venezolano, Guillermo Barreto, ministro de Ecosocialismo y Aguas, a cargo de la delegación de su país en la conferencia del clima COP21, dijo a Prensa Latina que ese acuerdo debe contemplar explícitamente la diferenciación entre los países responsables del cambio climático y los que están sufriendo sus efectos.
Venezuela también apoya el tema de asegurar medios de implementación para que los países en desarrollo puedan adaptarse y mitigar, que implica tener tecnología, que a veces no la tienen los países en desarrollo.
Entoces hay que crear mecanismos justos para que la tecnología llegue a todos, pues “si vamos a salvar la Tierra y la humanidad, no se puede tratar de una simple rueda de negocios”.
Tenemos que plantearnos la transparencia en que deben darse los financiamientos y transferirse la tecnología, agregó por otra parte.
Lo que se discute aquí en el fondo -dijo- es un modelo de sociedad. Son dos visiones del mundo diferentes, una basada en el capital y la mercantillización de la naturaleza y otra que busca la felicidad y la sobrevivencia de todos.
Diego Pacheco, jefe alterno de la delegación boliviana en la COP21, indicó a Prensa Latina que su país participa en la convención del clima con la visión de limitar el incremento de la temperatura y concertar soluciones estructurales con otros países para evitar el colapso de la humanidad.
Bolivia, como muchos países en desarrollo, sufre los impactos del cambio climático ya con un grado de incremento de la temperatura promedio, inundaciones y sequías, que afectan, sobre todo, a la gente más pobre. Además del derretimiento de los glaciares, de los cuales depende el agua potable de muchas regiones del país.
Las propuestas bolivianas son proteger la integridad de la Madre Tierra, fortalecer mecanismos de cooperación solidarios entre los pueblos, y en ese marco evitar la subida de la temperatura a no más de 1,5 grados Celsius.
Pacheco destacó igualmente la propuesta del presidente Evo Morales de establecer un tribunal de justicia climática.
A su vez, el ministro de la Secretaría Privada de Políticas Nacionales de Nicaragua, Paul Oquist, jefe de delegación a la cumbre del clima, reafirmó que Nicaragua rechaza las afectaciones al desarrollo de los estados que más lo necesitan.
Esa nación centroamericana, apuntó el titular, aboga igualmente en la COP21 por el principio que estableció la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, referido a las responsabilidades compartidas pero diferenciadas de los países ante el calentamiento global.
En la COP21 de París representantes de 195 países buscan concertar un acuerdo que limite el alza de la temperatura global a menos de dos grados Celsius respecto a la era preindustrial.
Más allá de ese tope, el sobrecalentamiento de la Tierra sería incontrolable, de acuerdo con numerosas advertencias científicas y los más de 120 tipos de impactos registrados hasta ahora en todos los territorios y océanos.
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