Los Domingos de Eleazar Díaz Rangel:
El Partido
Pero parece que no es así. Lo demuestran las críticas que al efecto se han formulado en la tele y otros medios, y los conceptos emitidos por Pavel Rondón en su artículo “Repolitizar al Psuv”, de donde extraemos: “…el Psuv ha adoptado un esquema centralizado, la organización es casi militar, batallones, unidades de combate, que no tienen secretarios o coordinadores sino ‘jefes’, los cuales ordenan. Esto limita la democracia interna y participativa, la militancia no entra en la diaria formulación de las políticas y programas del partido”.
En una ocasión me referí a dos casos en los que se hizo evidente la ausencia del partido; uno de ellos ocurrió cuando había una aguda crisis en la misión Barrio Adentro, y fue por un informe de un organismo chavista pero no partidista que llegó al conocimiento del presidente Chávez, quien solicitó una investigación que comprobó el contenido del informe, y se tomaron, aquí y en La Habana, drásticas medidas. ¿Dónde estaba el Psuv?
Es un partido que no opina de ningún problema, nacional o internacional, por grave que parezca, hasta que no se conozca la opinión del gabinete o del Presidente, que lo es de la República y del partido, y por supuesto, sus opiniones estarán en absoluta armonía con las ya emitidas. El Psuv no está jugando el rol que le corresponde como partido revolucionario; es, se sabe bien, una aceitada estructura orgánica de gran utilidad durante los procesos electorales -como también lo fue AD-, es una maquinaria electoral, insuficiente para contribuir a la consolidación y fortalecimiento de una revolución como esta, asediada desde el exterior -no solo desde Washington-, con poderosos enemigos internos, que lleva sobre sus hombros una gran responsabilidad en Latinoamérica y el Caribe. No obstante ello, acaba de sufrir un descomunal descalabro, y todavía no se conoce la opinión del partido sobre lo sucedido, causas y perspectivas.
Ninguno de los organismos e instituciones con responsabilidades en la conducción del país y de este proceso está más obligado que el Psuv, con su Dirección Nacional a la cabeza, a hacerse la “revisión a fondo” que prometió el presidente Maduro, ni la crítica y autocrítica de las que todos hablan, y a emprender seriamente la ruta de las tres R propuesta hace tiempo por Chávez.
¿Estará frente a la necesidad del “golpe de timón” planteado por Chávez en gabinete el 20 de octubre de 2012?
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