¡CON CHÁVEZ Y BOLÍVAR: PATRIA LIBRE!
Por: Adán Chávez Frías
En los últimos días, se ha profundizado el ataque en contra de la Revolución Bolivariana con el propósito de derrocar el legítimo gobierno del camarada Nicolás Maduro. Estamos en medio, podríamos decir sin ningún temor a equivocarnos, de la escalada ofensiva más dura y peligrosa que el imperialismo norteamericano y sus aliados han emprendido para tratar de destruir a la Venezuela libre y soberana que Chávez nos dejó.
Esa es la intención de la reciente “Ley para la Defensa de los Derechos Humanos y Sociedad Civil de Venezuela”, aprobada por el senado estadounidense y refrendada por la Casa Blanca, que permite aplicar sanciones a funcionarios venezolanos involucrados en supuestas violaciones de los derechos humanos.
Resulta absurdo que el país que incurre en mayores violaciones de los Derechos Humanos en el mundo, EE.UU, pretenda condenar a la Venezuela Bolivariana que ha logrado en estos 15 años el reconocimiento pleno y la garantía de los derechos individuales y universales de la ciudadanía, a través de nuestra Constitución Bolivariana, principal legado del Comandante Hugo Chávez; y que es uno de los instrumentos jurídicos más avanzados en el mundo en materia de defensa de los derechos humanos.
Justamente, la forma como fueron contemplados en nuestra Constitución los principios que rigen el Derecho Internacional en materia de derechos humanos, así como las propuestas surgidas del propio pueblo, que fue maltratado y reprimido durante la IV República, es lo que constituye uno de los mayores avances obtenidos durante la redacción del nuevo texto constitucional. Aun así, el tema de los derechos humanos se emplea como un comodín político para poner en marcha un agresivo plan estadounidense de injerencia en Venezuela.
Nosotros y nosotras, no aceptamos sanciones de ningún tipo, ni ninguna intención de incidir en nuestra política nacional. Le exigimos respeto al gobierno norteamericano y sus lacayos. El pueblo venezolano se respeta. La Patria de Bolívar, la Patria de Chávez, se respeta. ¡Con Chávez, con Bolívar, los continuamos gritando: Gringo, Go Home!
Este intento de bloqueo económico y financiero, de aislamiento diplomático, fracasará como han fracasado todas las aventuras golpistas impulsadas desde Washington. De eso no nos cabe la menor duda. Sin embargo, es necesario recordar que todavía hay sectores de la población que pueden ser fácilmente manipulados por las mentiras y descalificaciones del aparato mediático de la guerra imperialista, que busca confundir al pueblo para que retire su apoyo a la Revolución Bolivariana.
En estos momentos, se ha reiniciado una campaña cuyo fin es desmoralizar al chavismo y hacer que el pueblo desconfíe del futuro y de la capacidad y honestidad de la actual dirigencia revolucionaria.
Utilizando la gran mayoría de los medios de comunicación privados y las llamadas redes sociales, actores políticos tarifados del fascismo, atacan a altos mandos del proceso bolivariano, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a los Poderes Públicos. Una guerra sin cuartel, con acusaciones de todo tipo, sin presentar una sola prueba o un argumento coherente. La derecha regional, nacional, e internacional busca crear confusión, para decir que este es un gobierno corrupto y fallido, que irrespeta el legado de Chávez; y que, según ellos, ha fracasado en la implementación del Socialismo Bolivariano.
En estos tiempos de Navidad, en los que debe prevalecer la unión familiar, la verdadera solidaridad en nuestras comunidades; la ultraderecha nacional e internacional, trata de aupar el golpismo nuevamente y reinicia su campaña desestabilizadora echando a correr rumores de “alzamientos y pronunciamientos militares”, de la huida de dirigentes del chavismo ante, según esos “guerreros del twiter”, la inminente caída del gobierno Revolucionario.
Junto con la Guerra Económica, va la Guerra Mediática. Pero no han podido, ni podrán. Derrotaremos al fascismo en todos los escenarios, con la inquebrantable fortaleza del gran movimiento cívico militar que hemos consolidado para defender la Patria, en el terreno que sea necesario. Así que no se equivoque Mr. Obama, aquí hay un pueblo organizado, consciente del compromiso histórico que le ha correspondido y dispuesto, hoy más que ayer, a ofrendar su propia vida, como lo hizo nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez, para defender nuestra integridad territorial, nuestra soberanía y el derecho a la vida digna que hemos conseguido en tres lustros de Revolución Bolivariana y Chavista.
La lucha es dura y difícil, pero las fuerzas revolucionarias seguirán cosechando victorias en toda Nuestra América. Porque así, como una gran victoria latinoamericana y caribeña, como una gran victoria de la Patria Grande que soñaron Bolívar y Martí, como un enorme logro del Socialismo sobre quienes pretenden imponer su hegemonía imperial, es que debemos ver la reciente reanudación de relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU y la liberación de los 5 héroes cubanos.
En su desespero, la ultraderecha y el fascismo criollo han tratado de presentar este hecho como una debilidad de nuestros procesos, como un hecho político que aislará a Venezuela en el plano internacional, o como una señal del abandono por parte de Cuba del modelo socialista. Nada más alejado de la realidad.
Cuba y Venezuela, son y seguirán siendo referencia para la construcción de relaciones diplomáticas que conducen a la verdadera unión entre los pueblos, con respeto a las diferencias y peculiaridades de cada nación.
Como nos enseñó Chávez, no existen fronteras en el mundo para la lucha por la soberanía y el vivir bien de los pueblos; y los acuerdos suscritos con Cuba, han contribuido a construir la Patria Grande en esta última década en la que los pueblos latinoamericanos y caribeños han recuperado su dignidad y su presencia en el escenario político continental y mundial.
Cuba y Venezuela, son y seguirán siendo hermanas, que le quede eso bien claro a quienes tratan de generar roces por la reanudación de relaciones entre Washington y La Habana.
Los gobiernos progresistas, los movimientos sociales, edificamos en América Latina y el Caribe, una sola Patria Grande. El imperialismo fracasó en su objetivo de aislar a los países soberanos que apuestan por un modelo económico distinto al capitalismo.
Estamos conscientes que vendrán mayores arremetidas contra nuestros legítimos gobiernos, pero también sabemos que contamos con el respaldo de pueblos y naciones hermanas. Constituimos ya esa Nuestra América, que ha decidido ser definitivamente libre; y que ningún imperio volverá a esclavizar.
En el caso concreto de las arremetidas contra nuestra Venezuela querida, todo nuestro apoyo al camarada presidente obrero Nicolás Maduro, hijo de Chávez, en esta titánica batalla que es de todas y todos, por la defensa de la Patria y la vida. Unidos, unidas, continuaremos el legado de nuestro Comandante Eterno: la marcha hacia el verdadero Socialismo, hacia la equidad y la justicia social para nuestro pueblo. Y todo nuestro compromiso para continuar consolidando la integración Nuestroamericana.
¡VIVA BOLÍVAR!
¡VIVA MARTÍ!
¡VIVA CHÁVEZ!
¡VIVA LA UNIDAD LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA!
Esa es la intención de la reciente “Ley para la Defensa de los Derechos Humanos y Sociedad Civil de Venezuela”, aprobada por el senado estadounidense y refrendada por la Casa Blanca, que permite aplicar sanciones a funcionarios venezolanos involucrados en supuestas violaciones de los derechos humanos.
Resulta absurdo que el país que incurre en mayores violaciones de los Derechos Humanos en el mundo, EE.UU, pretenda condenar a la Venezuela Bolivariana que ha logrado en estos 15 años el reconocimiento pleno y la garantía de los derechos individuales y universales de la ciudadanía, a través de nuestra Constitución Bolivariana, principal legado del Comandante Hugo Chávez; y que es uno de los instrumentos jurídicos más avanzados en el mundo en materia de defensa de los derechos humanos.
Justamente, la forma como fueron contemplados en nuestra Constitución los principios que rigen el Derecho Internacional en materia de derechos humanos, así como las propuestas surgidas del propio pueblo, que fue maltratado y reprimido durante la IV República, es lo que constituye uno de los mayores avances obtenidos durante la redacción del nuevo texto constitucional. Aun así, el tema de los derechos humanos se emplea como un comodín político para poner en marcha un agresivo plan estadounidense de injerencia en Venezuela.
Nosotros y nosotras, no aceptamos sanciones de ningún tipo, ni ninguna intención de incidir en nuestra política nacional. Le exigimos respeto al gobierno norteamericano y sus lacayos. El pueblo venezolano se respeta. La Patria de Bolívar, la Patria de Chávez, se respeta. ¡Con Chávez, con Bolívar, los continuamos gritando: Gringo, Go Home!
Este intento de bloqueo económico y financiero, de aislamiento diplomático, fracasará como han fracasado todas las aventuras golpistas impulsadas desde Washington. De eso no nos cabe la menor duda. Sin embargo, es necesario recordar que todavía hay sectores de la población que pueden ser fácilmente manipulados por las mentiras y descalificaciones del aparato mediático de la guerra imperialista, que busca confundir al pueblo para que retire su apoyo a la Revolución Bolivariana.
En estos momentos, se ha reiniciado una campaña cuyo fin es desmoralizar al chavismo y hacer que el pueblo desconfíe del futuro y de la capacidad y honestidad de la actual dirigencia revolucionaria.
Utilizando la gran mayoría de los medios de comunicación privados y las llamadas redes sociales, actores políticos tarifados del fascismo, atacan a altos mandos del proceso bolivariano, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a los Poderes Públicos. Una guerra sin cuartel, con acusaciones de todo tipo, sin presentar una sola prueba o un argumento coherente. La derecha regional, nacional, e internacional busca crear confusión, para decir que este es un gobierno corrupto y fallido, que irrespeta el legado de Chávez; y que, según ellos, ha fracasado en la implementación del Socialismo Bolivariano.
En estos tiempos de Navidad, en los que debe prevalecer la unión familiar, la verdadera solidaridad en nuestras comunidades; la ultraderecha nacional e internacional, trata de aupar el golpismo nuevamente y reinicia su campaña desestabilizadora echando a correr rumores de “alzamientos y pronunciamientos militares”, de la huida de dirigentes del chavismo ante, según esos “guerreros del twiter”, la inminente caída del gobierno Revolucionario.
Junto con la Guerra Económica, va la Guerra Mediática. Pero no han podido, ni podrán. Derrotaremos al fascismo en todos los escenarios, con la inquebrantable fortaleza del gran movimiento cívico militar que hemos consolidado para defender la Patria, en el terreno que sea necesario. Así que no se equivoque Mr. Obama, aquí hay un pueblo organizado, consciente del compromiso histórico que le ha correspondido y dispuesto, hoy más que ayer, a ofrendar su propia vida, como lo hizo nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez, para defender nuestra integridad territorial, nuestra soberanía y el derecho a la vida digna que hemos conseguido en tres lustros de Revolución Bolivariana y Chavista.
La lucha es dura y difícil, pero las fuerzas revolucionarias seguirán cosechando victorias en toda Nuestra América. Porque así, como una gran victoria latinoamericana y caribeña, como una gran victoria de la Patria Grande que soñaron Bolívar y Martí, como un enorme logro del Socialismo sobre quienes pretenden imponer su hegemonía imperial, es que debemos ver la reciente reanudación de relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU y la liberación de los 5 héroes cubanos.
En su desespero, la ultraderecha y el fascismo criollo han tratado de presentar este hecho como una debilidad de nuestros procesos, como un hecho político que aislará a Venezuela en el plano internacional, o como una señal del abandono por parte de Cuba del modelo socialista. Nada más alejado de la realidad.
Cuba y Venezuela, son y seguirán siendo referencia para la construcción de relaciones diplomáticas que conducen a la verdadera unión entre los pueblos, con respeto a las diferencias y peculiaridades de cada nación.
Como nos enseñó Chávez, no existen fronteras en el mundo para la lucha por la soberanía y el vivir bien de los pueblos; y los acuerdos suscritos con Cuba, han contribuido a construir la Patria Grande en esta última década en la que los pueblos latinoamericanos y caribeños han recuperado su dignidad y su presencia en el escenario político continental y mundial.
Cuba y Venezuela, son y seguirán siendo hermanas, que le quede eso bien claro a quienes tratan de generar roces por la reanudación de relaciones entre Washington y La Habana.
Los gobiernos progresistas, los movimientos sociales, edificamos en América Latina y el Caribe, una sola Patria Grande. El imperialismo fracasó en su objetivo de aislar a los países soberanos que apuestan por un modelo económico distinto al capitalismo.
Estamos conscientes que vendrán mayores arremetidas contra nuestros legítimos gobiernos, pero también sabemos que contamos con el respaldo de pueblos y naciones hermanas. Constituimos ya esa Nuestra América, que ha decidido ser definitivamente libre; y que ningún imperio volverá a esclavizar.
En el caso concreto de las arremetidas contra nuestra Venezuela querida, todo nuestro apoyo al camarada presidente obrero Nicolás Maduro, hijo de Chávez, en esta titánica batalla que es de todas y todos, por la defensa de la Patria y la vida. Unidos, unidas, continuaremos el legado de nuestro Comandante Eterno: la marcha hacia el verdadero Socialismo, hacia la equidad y la justicia social para nuestro pueblo. Y todo nuestro compromiso para continuar consolidando la integración Nuestroamericana.
¡VIVA BOLÍVAR!
¡VIVA MARTÍ!
¡VIVA CHÁVEZ!
¡VIVA LA UNIDAD LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA!
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