Este 20 de junio prendí en mi corazón una vela de cumpleaños para Asalia. Nació entre las colinas de Valera, bajo la espumosa serenata del Motatán. Un 27 de junio nos casamos en la jefatura civil de Santa Rosalía. El hermético jefe del despacho solo dijo: “imagínense, un oriental y una gocha”. De ese abrazo de llano, mar, montaña y páramo vinieron dos caraqueños: Argimiro Simón y Simón Ernesto. Me informaron que la edición de este año del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar está dedicada a su memoria. Mi emocionada gratitud a la Fundación y al jurado. A seis meses de tanta soledad, no el cáliz que nubló al vate Vallejo, hoy le pido a junio que aparte de mí esta lágrima.
Earle Herrera
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