Asesinan en Guanarito a combatiente revolucionario José Romero*
Ayer fue localizado en la sabana del municipio Guanarito (sur de Portuguesa) el cuerpo con dos heridas de arma de fuego y otras cortantes (versión preliminar) del combatiente revolucionario José Romero, de 50 años, quien en todo momento estuvo al lado de las causas del pueblo campesino.
José fue militante en los años 90 de la FBL, dónde tuvo a cargo importantes misiones, incluidas algunas de carácter internacional para apoyar las luchas del pueblo colombiano. En algún momento debió pagar con cárcel ese compromiso.
José era cronista, compositor y cantante.
Conocía oraciones y procedimientos secretos para anular el efecto de venenos, recomponer huesos rotos y derrotar maldiciones y "mal de ojo".
También de fórmulas botánicas capaces de eliminar piedras en el riñón, curar el paludismo y hasta el cáncer más agresivo.
Así le salvó la vida a un poco de gente, en el pueblo o en los campos. En Guanarito y más allá. Y el que no "se salvó" vivió un bojote de años demás.
Conocía oraciones y procedimientos secretos para anular el efecto de venenos, recomponer huesos rotos y derrotar maldiciones y "mal de ojo".
También de fórmulas botánicas capaces de eliminar piedras en el riñón, curar el paludismo y hasta el cáncer más agresivo.
Así le salvó la vida a un poco de gente, en el pueblo o en los campos. En Guanarito y más allá. Y el que no "se salvó" vivió un bojote de años demás.
Además, no cobraba por los tratamientos y mucho menos por las oraciones, pero si usted sentía que debía darle algo bastaba con una botella de "cachicamo", "zanjonero" o cocuy.
La lista de "saberes" que acumulaba y compartía Jose Ron (como se hacía llamar ) incluían el arreo de ganado, la siembra de plátanos y caraotas, así como la fabricación de chimó con el tabaco previamente sembrado por él mismo.
Además tenía una extraordinaria capacidad y habilidad operativa de combate obtenida inicialmente en la Armada (donde prestó servicio en una unidad de operaciones especiales) y perfeccionada como combatiente de la FBL.
Su asesinato ocurrió en el municipio más grande de Venezuela y uno dónde el latifundio es la norma. Con seguridad el crimen está relacionado con esas características locales.
Además de un leal revolucionario, José Ron era un hombre bueno y honesto. Esos atributos no podrán ser desconocidos ni cuestionados.
Y aunque es probable que (como siempre ocurre en estos casos ) a Romero lo intenten asesinar moralmente, esa justamente sería la mayor comprobación de que tras su asesinato material están las fuerzas hegemónicas y restauradoras del latifundio.
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