martes, 7 de mayo de 2019

ANÁLISIS POLÍTICO - VENEZUELA
No soy pitoniso, ni estoy descubriendo el agua tibia, pero la tan cacareada y anhelada intervención militar ahora si va . La había frenado la prisión de Leopoldo López qué Para ellos era su ficha política más importante. Otras fichas importantes eran Antonio Ledezma y Lorenz Saleh, cuya libertad fue lograda a través de las negociaciones y acuerdos con la oposición. El resto de los prisioneros para ellos no tiene importancia y estos quedaron a la deriva y a su suerte. Juan Guaido fue y será su peón en el ajedrez político de ésta guerra y el Gobierno no puede hacerlo prisionero porque la intervención sería inmediata. Ya las cartas están echadas, solo se esta afinando la forma de realizarla y es por eso que, tanto China cómo Rusia y las Naciones Unidas tratan de evitar lo que ya es prácticamente un hecho.
Ésta intervención será más cruel, violenta y destructiva que las de Irak, Libia, Afganistán y Siria. Su razón principal en éstas Naciones era el petróleo pero aquí son muchas más pues, aparte del petróleo están los minerales estratégicos que son vitales para las nuevas tecnologías de avanzada, tanto científicas cómo nucleares. No van a permitir que Rusia y China tengan acceso a ellas a través de evocaciones comerciales. Por eso la guerra en estos momentos se encuentra a nivel diplomático, pero el tiempo se acaba.
Y decía que esta guerra será más cruenta y sanguinaria que las sucedidas en el Medio Oriente, porque aquí se está batallando también contra un componente ideológico (el chavismo), que ya tiene fuerza a nivel mundial y que ya se incrustó en la eterna esperanza de los pueblos. Recordemos que Hussein en Irak y Khadaffi en Libia, fueron líderes locales que no tenían ascendencia en otros países. Su único pecado era tener petróleo a flor de tierra y no ser sumisos como Arabia Saudita.
Recordemos también que el fascismo hittleriano inició la Guerra contra los judíos porque éstos se habían apoderado de la economía alemana, y contra el Comunismo era el fantasma que recorría Europa y el mundo. El componente ideológico hace más cruenta la batalla porque el odio entra como arma destructiva. Ésta guerra se generalizaría en casi toda Latinoamérica. Los primeros qué se desestabilizarían y caerían serian los gobernantes del grupo de Lima, que han llamado descaradamente a una intervención en Venezuela. En éste afán intervencionista ellos han descuidado la problemática de sus ciudadanos. El primero en caer sería Duque, de Colombia, que tiene un hervidero de problemas sociales aliñado con guerrillas, paramilitares y narcotraficantes, le seguiría Lenin de Ecuador, Perú y Argentina quienes sólo necesitan un leve soplido para caer.
El ala radical y fascista de la oposición venezolana, que de política sabe lo que yo se de Astronomía, jamás se imaginarán, porque no habrá tiempo para ello, el horrible crimen que cometieron para las futuras generaciones de nuestro país al haber aupado la destrucción de nuestra hermosa nación en una guerra innecesaria.
Los viejos y sinvergüenzas adecos, copeyanos y los fariseos del clero venezolano callan ante esta aberrante y criminal situación. Sólo hemos visto salir, como el Ánima Sola, a Claudio Fermín pidiendo sensatez en la política y diciendo que el camino es el voto y no la guerra. Me preocupa que hay por ahí muchos negritos que se parecen a Claudio Fermín que deberían tener mucho cuidado al pasar cerca de una guarimba porque los podrían quemar vivos.
Desgraciadamente éste es panorama que diviso para mi país.
Rafael Vásquez

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