Qué suerte tienen los gringos...
Por: Laura Bolaños Cadena
No hay duda de que nuestros vecinos del Norte tienen motivos para sentirse “el pueblo elegido” por la voluntad divina. Además de muchas otras cosas, los dotó de un vecino en su frontera Sur que les facilita muchos aspectos de su vida, riqueza y seguridad nacional. Aunque algunos sectores de este país del Sur llamado México hayan presentado a veces resistencia a los designios de la Providencia, nunca han faltado quienes le presten colaboración decidida.
Gracias a dicha colaboración pudieron extenderse de costa a costa en el continente y aumentar su territorio con dos millones de kilómetros cuadrados más. Fue un empujón inicial que puso bases a su poderío, pero eso no fue todo. El vecino les vendía have años materia prima agrícola; hoy, gracias a la inmejorable administración de sus riquezas en manos de gobernantes priístas y panistas, México se ha convertido en un excelente comprador de esa materia prima de la que hoy los EU producen enormes excedentes. En especial les compra a los granjeros estadunidenses, en cantidades crecientes, los dos granos que constituyen la base de la alimentación de sus pobladores: maíz y frijol. Y gracias a un tratado que firmó con ellos, los EU están arrollando a los mexicanos productores de carne porcina y vacuna, pero también de pollo, leche y huevos.
Y no es todo. México los provee de mano de obra barata en cantidades millonarias y en condiciones altamente ventajosas para los empresarios gringos. Así mantienen bajos los precios de los alimentos que consume su población y los que venden afuera. El buen vecino del Sur les proporciona esos trabajadores mal pagados y les compra lo que podrían producir en territorio mexicano. Con la ventaja añadida de que además de maltratarlos y explotarlos, los gringos los utilizan como chivos expiatorios culpándolos de diversos males, y cuando no les son necesarios, los pueden deportar.
Una vez un gobernante mexicano echó a patadas a las compañías extranjeras que explotaban la principal riqueza del país: los ricos yacimientos petroleros. Fue todo un golpe, pero los EU tienen, entre otras virtudes, la de saber esperar para recuperar pérdidas o apoderarse de lo que ambicionan, si es que no conviene hacer uso de la fuerza. Pian pianito han ido avanzando gracias, por un lado, a la probada incapacidad de los mexicanos para manejar los negocios de la nación, más la proclividad de muchos de sus gobernantes a la corrupción. El muy mexicano “ái se va” y el más mexicano “no le pido a Dios que me dé, sino que me ponga donde hay”. Pero no todo es corrupción o entreguismo, también hay una buena dosis de desidia, flojera e ineficacia.
Un viejo chiste afirmaba que si el desierto del Sahara fuera puesto bajo la administración del gobierno mexicano, en poco tiempo sería necesario importar arena. Poco a poco nos vamos quedando sin petróleo. Ya somos importadores de gasolina, la compramos, por supuesto, a los EU. Les vendemos el crudo y se lo compramos refinado. Somos el tercer proveedor de los EU de este combustible, pero según pronósticos, estamos a punto de convertirnos de exportadores en importadores de petróleo. Aunque las cosas hayan empeorado notablemente con las dos administraciones panistas, el desastre comenzó con el PRI.
De cinco años para acá, les estamos haciendo a los EU el mayor de los favores aparte del asunto mencionado. Ya les vendíamos una muy buena cantidad de la droga que consumen, lo que les permite hacer allá un negocio gigantesco con la venta al menudeo y el lavado de dinero; ahora les vendemos quizá la mayor parte de los estupefacientes, pero además les compramos armas en cantidad y por partida doble: de un lado las adquieren los narcos y del otro el gobierno mexicano.
El actual ocupante de Los Pinos tuvo una idea genial al respecto, aunque hay quien piensa que fue sugerencia estadunidense, porque nadie le conoce hasta la fecha ideas geniales a este señor: inventar una guerra contra los narcotraficantes. Nos cuesta un promedio de diez mil muertos por año, la inseguridad ha aumentado como nunca se había visto, hay innumerables civiles torturados, asesinados, desaparecidos y víctimas de toda clase de atropellos por parte de los delincuentes y por parte de Ejército, Policía y Marina encargados de la guerra. Y aceptamos planes intervencionistas, estadunidenses. Nos subordinamos, además, con la tecnología que nos proporcionan gracias al Plan Mérida de dizque ayuda para este combate, y… Bueno, aquí estamos para lo que se les ofrezca a nuestros buenos vecinos.
No hay duda de que la Providencia favorece a los estadunidenses con sus dones.
Daños colaterales
En los dos sexenios panistas y hasta 2011, han sido asesinados 75 periodistas, según informe de la Fiscalía especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, dependiente de la Procuraduría General de la República.
La misma fiscalía señala que en la mayoría de los casos los agresores de los periodistas son “servidores públicos de los tres niveles de gobierno, incluso algunos con capacidad de mando y dirección de fuerzas policiales, al igual que funcionarios de procuraduría o ayuntamientos”...
No hay comentarios:
Publicar un comentario