EL MUNDO CAMBIARÁ, EL CORONAVIRUS LO LOGRARÁ.
Desde que el mundo es mundo, los imperios con sus monarquías y con apoyo de las religiones, sometieron a los pueblos a través de la fuerza y de las armas. La conquista de América se dio en esos mismos términos con la llegada de Cristóbal Colón. Bien conocemos y sabemos el criminal genocidio a que fue sometida la población indígena que habitaba Abya Yala; casi hasta su extinción, razón por la cual les fue necesario cazar como animales a los pueblos de África, para luego esclavizarlos y utilizarlos como mano de obra barata.
Luego por apetencias del poder se sucedieron cientos de guerras, donde, igualmente, las religiones y las sofisticadas armas jugaron un papel preponderante en detrimento y sufrimiento de la población en general.
Vimos con estupor y angustia la irracionalidad, el fascismo supremacista en su máxima expresión, cuando Hitler invadía con ejércitos, tanques y aviones a los pueblos europeos y luego implementó los hornos crematorios para eliminar a su gente; en esos momentos la Iglesia Católica representada por el Papa Pio XII también apoyaba éstos genocidios y llegó a bendecir las armas nazis.
Como estudiante protesté en las calles de Caracas en contra de la guerra de Vietnam, tal como lo hacían la mayoría de los jóvenes de las grandes ciudades del mundo. Y recuerdo que en uno de esos discursos relámpagos que hacíamos en medio de las protestas, montado en el capó de un carro gritaba: "que en vez de bombardearcon napalm e incendiar las montañas, arrozales y caseríos de Vietnam, lo deberían bombardear con semillas y comida" y después de bajar del carro, un compañero me dijo: ¡coño Rafel tú si eres iluso!.
Y hoy tantos años después, creo que el CORONAVIRUS logrará ese sueño; que las grandes potencias utilicen sus sofisticados aviones para bombardear con semillas de frutales, oleaginosas y cereales, los suelos áridos del África y tantos pueblos que fueron sometidos a crueles guerras e invasiones, para saquear sus riquezas naturales.
El verdor de estos suelos resplandecerá, el ambiente mejorará, rebrotaran las aguas, los pajaritos y diversidad de animalitos tendrán comida y no se devorarán los unos a los otros, mejorará y se facilitará la alimentación de los seres humanos y las hambrunas tenderán a desaparecer. Porque así como Luther King dijo "I HAVE A DREAM", yo también tengo mi sueño.
Y digo que el CORONAVIRUS lo logrará porque a podido paralizar el mundo sin utilizar ese costosísimo arsenal nuclear con el que tanto nos atemorizan.
Muy atrás quedaron las bombas que la crueldad inhumana lanzó sobre la población civil de Hiroshima y Nagasaki; ellos celebraron el incendio y destrucción de todo un pueblo, pero hoy andan atemorizados con este simple virus.
El mundo de aquí en adelante cambiará, el elevadísimo presupuesto que las naciones destinaban para la compra de armamentos y defensa militar y que era muy superior al de salud, educación y alimentación ya no tiene razón de ser.
Ese arsenal nuclear, que albergan las grandes potencias se lo tendrán que guardar en lo más profundo de su interior.
Recuerdo cuando Donald Trump amenazó con desaparecer a Korea del Norte del mapa mundial y el Presidente de ese país le ripostó amenazándolo con enviarle un misil al centro de Washington.
Semanas después vimos a Donald Trump muy abrazado y sonriente con el Presidente Norcoreano. Las amenazas se volvieron agua.
Pero la mayor peligrosidad actual, reside en el hecho de que la locura imperial con las amenazas de bloqueo, invasiones y bombardeos a las naciones que no les son afines a sus estrategias políticas y no se ha percatado que ya no es necesario enviarle un costoso misil a los jardines de la Casa Blanca; con que un desquiciado transeúnte lance un tubo de ensayo con el CORONAVIRUS, ese poder hegemonico se va al piso.
Rafael Vásquez
1Alberto Rolland