La política exterior de Venezuela en los últimos 16 años ha estado cimentada en los principios de solidaridad, de cooperación y de respeto con los pueblos y los gobiernos de la región, lo que la ha convertido en garantía para la paz social y la estabilidad en el continente.
Así lo ratificaron este martes los jefes de Estado y de Gobierno, representantes de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP), en la declaración final de la Novena Cumbre Extraordinaria de esta instancia que agrupa a 11 países, celebrada este martes en Caracas.
En dicho documento recordaron que Venezuela ha sido fiel respetuosa a esos principios, y muestra de ello es que ha sido pionera e impulsora de bloques regionales de la unidad latinoamericana y caribeña para la colaboración, cooperación y complementación, en los que se destaca precisamente el Alba, así como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), de los cuales la patria bolivariana ha sido principal impulsora.
Aun cuando esta es la realidad, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un Decreto Ejecutivo, recientemente calificó a Venezuela como una “amenaza extraordinaria e inusual”, con el objetivo de justificar sanciones contra el pueblo venezolano. Esta agresión se suma a las acciones con las que Washington, desde hace tres quinquenios, pretende doblegar la soberanía y autodeterminación de Venezuela.
En ese sentido, los países de la Alba expresaron su rechazo a esta Orden Ejecutiva, a la que consideraron “injustificada e injusta, y que constituye una amenaza de interferencia contra el principio de soberanía y el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados”.
“La hermana República Bolivariana de Venezuela no representa amenaza para ningún país, siendo una nación solidaria que ha demostrado su voluntad de cooperación con los pueblos y gobiernos de toda la región, convirtiéndose en garantía para la paz social y la estabilidad en nuestro continente”, señalaron en el documento final de la Novena Cumbre Extraordinaria.
Agresión contra la región
El presidente de Cuba, Raúl Castro, durante dicho encuentro, advirtió en ese sentido que el Decreto Ejecutivo, más que individualizar el tema a Venezuela, pretenden “asestar un golpe al proceso integrador y emancipador que tienen los pueblos de nuestra América”.
“Venezuela no está sola. No toleraremos que se vulnere la soberanía o se quebrante impunemente la paz en la región. Necesitamos todos la paz con justicia e igualdad, una paz de pie, no de rodillas”, recalcó el Mandatario cubano.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, apuntó que en defensa de Venezuela y de la paz y estabilidad de la región, la unidad de los países Latinoamericanos y Caribeños debe fortalecerse.
“Esta unidad debe fortalecerse. Creo de verdad que Estados Unidos se siente amenazado, porque hay un proceso de liberación en América Latina y El Caribe, liberación democrática, pacífica, participativa, una liberación de carácter político, social, cultural y económica”, sentenció.
Estas declaraciones fueron apoyadas por el canciller de Ecuador, Rafael Patiño, quien aseguró que Venezuela y el proyecto bolivariano, labrado durante 16 años de Revolución, siguen siendo el faro de la soberanía en América Latina y el Caribe.
“Venezuela proyecta la luz de Chávez, el legado de Chávez lo asumimos como historia viva de una Venezuela, de la América Latina y el Caribe, que después de Hugo Chávez ya nunca más volverán al pasado”, agregó Patiño en referencia al legado concreto del líder bolivariano en la unidad latinocaribeña como construcción del mundo pluripolar que termine con la dominación imperial.
El diplomático recalcó que los países latinoamericanos y caribeños, viven actualmente una nueva página en la historia, en la lucha por su soberanía, y que con respaldo del Alba, lograrán derrotar cualquier ataque del imperio contra los pueblos latinocaribeños.
Así, los mandatarios y primeros ministros de la Alba asentaron en la declaración de la Cumbre Extraordinaria: “Nuestra solicitud soberana y sincera al gobierno de Estados Unidos para acoger y establecer el diálogo con el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela como alternativa al conflicto y a la confrontación, fundamentada en el respeto permanente de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos y los estados-naciones independientes”.
Asimismo, denunciaron y rechazaron campaña mediática internacional contra Venezuela y su Gobierno y cuyo objetivo es desacreditar la Revolución Bolivariana, “intentando crear las condiciones para una intervención de mayor escala y ajena a la solución pacífica de las diferencias”.
Y reafirmaron que el ALBA-TCP continuará promoviendo la unidad, integración, solidaridad, convivencia pacífica como expresión del ideal y compromiso latinoamericano y caribeño por la construcción de una región y un mundo de paz, como base fundamental para consolidar las relaciones entre los pueblos.
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